Marzo 22, Día Mundial del Agua: Colombia aún tiene sed
Existe una relación estrecha entre el agua y la soberanía alimentaria. El agua es un elemento esencial para la producción de alimentos, lo cual es crucial para garantizar que las personas tengan acceso a una alimentación saludable. También, es necesario asegurar que el agua utilizada sea de buena calidad y segura para el consumo humano. La gestión sostenible del agua es crucial para proteger el medio ambiente y asegurar su disponibilidad para las generaciones futuras. La contaminación del agua y la sobreexplotación de los recursos hídricos pueden tener graves consecuencias en la calidad y cantidad de los alimentos que consumimos.
Según el último informe del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio de Colombia publicado en diciembre de 2020, el 97.5% de la población colombiana tiene acceso a agua potable mejorada. Sin embargo, es importante destacar que aún hay un porcentaje significativo de la población, alrededor de 1.9 millones de personas, que no tienen acceso a agua potable mejorada en el país. El informe también señala que el acceso a agua potable mejorada ha aumentado significativamente en las zonas urbanas, con una cobertura del 99.5%. En las zonas rurales, la cobertura es del 87.8% lo que indica que aún hay retos por enfrentar para garantizar el acceso al agua potable de toda la población colombiana.
La lucha por el derecho humano al agua puede entenderse en dos niveles, el individual y el colectivo.
A nivel individual, es importante tomar medidas para promover la gestión sostenible del agua y la producción de alimentos de manera responsable y segura. Cada persona puede marcar la diferencia a través de pequeñas acciones, como reducir el consumo de agua en nuestros hogares, apoyar a productores locales y exigir prácticas responsables en la producción de los alimentos.
Desde lo colectivo implica la apuesta por una transformación profunda de un modelo económico que ha demostrado ser depredador e insostenible, y que no puede ser compatible con una noción de vida digna para todos.
Ahora, más que nunca, las personas están recuperando la posibilidad de pensar por sí mismas y reclaman espacios para expresarse, participar, incidir y transformar. Es solo a través de una participación efectiva guiada por la autonomía y la autodeterminación de las comunidades que se podrá alcanzar el sueño de la justicia social y ambiental que tanto anhelamos.
Carolina Ortiz
Nutricionista Dietista
Especialista en Alimentación y Nutrición en Promoción de la Salud
Coordinadora Semillero de Investigación en Soberanía y Autonomías Alimentarias YMCA
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